jueves, 15 de octubre de 2009

FAO: Aumenta el hambre


Roma: Incluso antes que la crisis económica situara el número de hambrientos en el mundo por encima de los 1,000 millones de personas, la merma de la ayuda y las inversiones en la agricultura aumentaron paulatinamente la cifra de desnutridos desde hace más de una década, dijo ayer miércoles un organismo de Naciones Unidas.

A no ser que se altere esta tendencia, los ambiciosos objetivos fijados por la comunidad mundial para reducir a la mitad el número de hambrientos para 2015 no serán alcanzados, advirtió en un informe la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, la FAO.

Tras lograr avances en la lucha contra el hambre en las décadas de 1980 y principios de la de 1990, el número desnutridos comenzó a crecer en 1995, llegando este año a 1,020 millones de personas ante la combinación del elevado precio de los alimentos y la recesión global, dijo el organismo.

La cifra alcanzó los 1.000 millones en junio y era de 963 millones hace un año.

La culpa por la tendencia a largo plazo obedece en la reducción de la ayuda y las inversiones privadas destinadas a la agricultura desde mediados de la década de 1980, dijo la FAO en su informe.

“En la lucha contra el hambre, el foco debería ser aumentar la producción de alimentos”, dijo el director AP general de la entidad, Jacques Diouf.

“Es de sentido común que la agricultura reciba prioridad, aunque ha ocurrido lo contrario”. En 1980, 17% de la ayuda aportada por los países donantes fue a la agricultura.

En 2006 la proporción era del 3,8% y mejoró solamente un tanto en los últimos tres años, dijo Diouf en una entrevista con AP Television News.

La contracción podría haber sido causada por el bajo precio de los alimentos, que desalentó la inversión en agricultura, que además tiene que competir con otros sectores de ayuda, como reducción de la deuda y control de la población, dijo el economista de la FAO David Dawe. Ante esta tendencia, la población hambrienta se vio afectada recientemente por un doble golpe.

Primero, el encarecimiento de los alimentos básicos en 2007 y 2008, que obligó a las familias pobres a vender sus pocas pertenencias y reducir los gastos del consumo de alimentos, salud y enseñanza.

Aunque el encarecimiento de los precios — que causaron la violencia callejera en todo el mundo — se ha estabilizado, siguen siendo relativamente altos, especialmente en el mundo en desarrollo, dijo Diouf a APTN.


La extrema pobreza o indigencia aumentará en tres millones de personas en América Latina y el Caribe en 2009, alcanzando a 71 millones de hambrientos, según un informe de la FAO.

La FAO reiteró que los grupos más afectados son los afrodescendientes, unos 150 millones de personas ubicadas mayormente en Brasil, Colombia y Venezuela, y los indígenas --entre 40 y 50 millones de personas--, concentrados especialmente en Bolivia, con cerca del 62% del total de su población; Guatemala, con 41%, y México, con 10%. La FAO cita en su informe a la Comisión Económica para América Latina (CEPAL).

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