martes, 16 de septiembre de 2008

Buscan forma de conservar alimentos sin preservativos


EXPERTO TRABAJA EN EFECTIVIDAD DE LISOZIMA PARA PRESERVAR ALIMENTOS.
SANTO DOMINGO.- Un estudio para determinar la posibilidad de un nuevo sistema de enfriamiento de alimentos a partir de lisozima de control microbiano es desarrollado por un equipo de expertos del Instituto de Innovación en Biotecnología e Industrias (IIBI), con los auspicios de la Secretaría de Educación Superior.
El doctor Diógenes Aybar, jefe del equipo de investigaciones del IIBI, tuvo la iniciativa de buscar un mecanismo para la preservación de alimentos sin los riesgos de descomposición y sin la necesidad de preservativos químicos, en el corto y mediano plazo.
AntecedentesLos aditivos se han añadido a los alimentos desde la antigüedad con varios fines. Entre ellos, mejorar la calidad nutricional, mejorar la calidad de conservación y reducir pérdidas, hacerla más atractiva o agradable y agilizar el proceso de preparación de los alimentos.
Debido a que hay posibilidad de contaminación por los instrumentos de cocina y el aire, los fabricantes de alimentos se ven en la necesidad de añadirles sustancias que causen muerte o eviten el crecimiento de microorganismos patógenos. Estos usualmente se denominan preservativos o conservantes. Se ha calculado que más del 20% de los alimentos producidos en el mundo se pierden por la acción de los microorganismos.
Considerando la seguridad alimentaría, hay que enfrentarse a la realidad de que todo alimento en el cual han crecido hongos puede contener micotoxinas. No se puede percibir por su apariencia, sabor u olor cuáles hongos han producido micotoxinas. Sin embargo, se han encontrado toxinas producidas por hongos en alimentos como jugo de frutas, yogurt, queso, pan, granos, nueces, embutidos, y mermeladas. Algunos conservantes que se han usado por décadas son ácidos como el propiónico, benzoico y acético, benzoato de sodio y los sulfitos, que también sirven como antioxidantes, revela el experto.
La investigaciónEl doctor Diógenes Aybar, con un PHD, inició el proceso de investigación sometiendo a estudio, es decir, a tratamiento microbiano tres tipos de productos que son: jugo de frutas, leche y vino de uva criolla. Utiliza la enzima Lisozima con el objetivo de determinar en forma simultánea la estabilidad térmica de la enzima que se investiga. Aybar, con dilatada experiencia en la investigación forma parte de otros proyectos no menos importantes, en su condición de jefe del equipo del organismo oficial. En esta investigación le acompañan César Aybar y Virginia Rojas Alou.
MotivaciónEl inicio de este proyecto estuvo motivado en que todos los alimentos que se producen deben ser preservados y hasta el momento el método más utilizado es el de los preservativos químicos. Dos son los métodos que permiten la preservación de los alimentos en condiciones de consumo:
a.-Térmico.
b.-preservativos químicos.
Los preservativos químicos que producen daños en el mediano y largo plazo son los que más se utilizan en la conservación de alimentos, incluyendo los refrigerados y enlatados.
De acuerdo a Diógenes Aybar, hasta el momento se han logrado avances en la preservación a partir del método térmico, pero todavía es insuficiente para los requerimientos actuales. No se ha logrado esa preservación sin la intervención de químicos.
Asegura que en este momento el país está a punto de recibir el resultado de esta investigación, cuyo éxito está garantizado, conforme a las indagaciones que realiza.
CLONACIÓNAybar define la lisozima “como en el ojo una lágrima”, por lo que considera marcadamente positivo el uso de esa enzima cuya labor sería la de “preservar los alimentos sin la necesidad de químicos”.
Estima que una vez concluida la investigación, con los resultados que ya se tienen, se debe crear, y sugiere al IIBI como institución para la creación, programas “para clonar la enzima”.
“Esta enzima se puede clonar para los fines industriales con resultados extraordinarios para la preservación de los alimentos, sin la necesidad de preservativos”. Industria
INDUSTRIAEl investigador está muy optimista con los resultados de su indagatoria y dice que una vez agotada la fase científica que está en el proceso final, es indispensable dar el siguiente paso, que es la industrialización.
“Es la primera etapa de un proyecto más amplio para tratar de llevarlo a nivel industrial, expuso.
“Expresamos con orgullo que hemos logrado resultados positivos en la parte científica de este proyecto de investigación y la segunda etapa sería la industrialización”, precisó.
El proyecto Objetivos del proyecto investigativo Los objetivos de este proyecto es buscar la factibilidad aplicando un diseño del tipo aleatorio sobre la base de que para cada alimento sean utilizados los siguientes tratamientos:
a.- Inóculo de Lisozima sin tratamiento térmico.
b.- Inóculo de Lisozima con tratamiento térmico.
c.- Tratamiento térmico que precede al inóculo de lisozima.
d.-Tratamiento térmico solamente.
El tiempo destinado a esta investigación es de un año y está en la fase final, con un aporte de RD$1,948,800.

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