lunes, 22 de septiembre de 2008

EL 75 POR CIENTO DE LOS PACIENTES MEJORA CON MEDICAMENTOS Y TERAPIA




Un remedio para la depresión



SANTO DOMINGO.- La tesis que presenta a los antidepresivos como principales responsables del aumento de suicidios entre los adolescentes está en tela de juicio. Un estudio publicado en la edición de septiembre de la revista Journal of the American Medical Association encontró que los suicidios entre niños estadounidenses han aumentado y sugiere que esa tendencia se debe en parte a que menos chicos reciben recetas de antidepresivos.
Con la noticia, los fármacos para combatir la depresión no quedan exonerados de toda culpa. Al comenzar a tomarlos el paciente experimenta un aumento de energía y esto puede darle el impulso para llegar al suicidio, un acto que no cometía cuando su decaimiento suprimía su capacidad motora.
Individuos que se suicidaron cuando tomaban antidepresivos probablemente lo hicieron en la primera etapa del tratamiento y no fueron advertidos de que comenzarían a recuperar su energía aunque todavía se sintieran pesimistas o tristes.
Además, los adolescentes se caracterizan por su impulsividad y por eso entre ellos se registra un alto número de suicidios. Por lo demás, especialistas coinciden en que tomar antidepresivos tiene más ventajas que desventajas. De esa opinión es el psiquiatra y psicofarmacólogo Pedro Paredes Vallejo, de la clínica Corazones Unidos.
“El 75 por ciento de los pacientes con medicamentos y terapia tiene mejoría de sus síntomas”, dice el médico, quien, a seguidas, establece la diferencia entre esta “mejoría” y la remisión: “Remisión es cuando un paciente se mantiene asintomático por un tiempo determinado, aun después de haber dejado de usar el medicamento, algo mucho más difícil de obtener”.
Pero, gracias a los medicamentos, muchas personas que padecen depresión son funcionales. Del otro lado se encuentran los pacientes que no reciben tratamiento, los cuales, con el paso del tiempo, pueden llegar a sufrir apoptosis, es decir, muerte neuronal colectiva y daño cerebral.
Los antidepresivos de hoy son más segurosPara hablar de los antidepresivos, necesariamente hay que abundar sobre la depresión, sus síntomas y causas.
En la mayoría de los casos de depresión la persona siente tristeza, pero ambos términos no son necesariamente equivalentes.
Existen síntomas más determinantes en esta enfermedad, entre ellos, el retardo motor y la “anhedonia”. Lo primero significa que las funciones motoras, incluyendo el habla, están enlentecidas; lo segundo, incapacidad de sentir entusiasmo o placer.
El mayor avance en el tratamiento de este problema vino al descubrirse que en los afectados las sustancias que determinan el humor y el goce presentaban alteraciones.
¿Cuáles sustancias están envueltas en este proceso? Los neurotransmisores, encargados de llevar información de una porción del cerebro a otra. Los neurotransmisores más conocidos son la serotonina, la noradrenalina y la dopamina. Menos conocidos son el ácido glutámico y el ácido gamma amino butírico.
“Se ha establecido, y posiblemente ese es el gran dilema, que no todos los pacientes tienen déficit de todas esas sustancias”, dice el psiquiatra y psicofarmacólogo Pedro Paredes Vallejo. “Hay pacientes depresivos en que los niveles de esas sustancias se encuentran de forma normal, entonces tendríamos que pensar que tienen otra enfermedad o que no conocemos todos los tipos de depresión que existen”.
Pero en la mayoría de los casos, cuando una persona diagnosticada con depresión es sometida a un tratamiento farmacológico -aparte de recibir terapia y atenciones especiales de quienes le rodean-, mejora su uso de la serotonina y, en consecuencia, los síntomas de la enfermedad.
AvancesLos antidepresivos, que mejoran el uso de los neurotransmisores, han reportado considerables avances con el paso de los años.
Según Paredes Vallejo, los medicamentos de la década del 1950 y del 1960 eran igualmente eficaces que los de hoy. El gran problema radicaba en su alto grado de toxicidad y en que producían más efectos secundarios, como aumento de peso y constipación, por ejemplo.
“Más importante que eso, a mi entender, era que con los medicamentos antiguos el paciente se podía quitar la vida cuando los tomaba en sobredosis y tenemos que entender que el suicidio es un síntoma en la depresión”, comenta.
En efecto, uno de cada 25 pacientes depresivos no tratados se quita la vida. Y esta impactante cifra podría constituir un subregistro.
Los antidepresivos se fueron modificando en la misma medida en que se fue conociendo cómo eran capaces de mejorar los cuadros depresivos.
¿Por qué producían tantos efectos secundarios? Porque eran menos específicos. En la actualidad, existen medicamentos más específicos, menos tóxicos y con los cuales el paciente no puede quitarse la vida. A pesar del avance en el desarrollo de los antidepresivos, los psiquiatras todavía enfrentan el reto de que sus pacientes se adhieran al tratamiento.
“El paciente que no se toma su medicamento como se le prescribe no responde”, advierte el psiquiatra y psicofarmacólogo. Las personas dejan de tomar antidepresivos por varias razones.
Una de ellas tiene que ver con los efectos secundarios, los cuales varían dependiendo del tipo de antidepresivo y de los síntomas que acompañen la depresión. Algunos producen disfunción sexual, una consecuencia con la cual algunos individuos no quieren lidiar.
Cansancio, problemas estomacales y dificultad al conducir se suman a la lista de síntomas asociados a ciertos tipos de antidepresivos.
DILEMASLos antidepresivos pueden usarse en menores o adultos mayores, aunque para hacerlo hay que ajustar las dosis. Un joven necesita una dosis más alta que un adulto porque el hígado del jovencito metaboliza más rápido. Personas con problemas renales o hepáticos requieren dosis más bajas.
En discusión está el caso de las embarazadas. Aunque no se han reportado malformaciones congénitas producidas por los antidepresivos, sí se habla de hipertensión pulmonar en niños asociada al uso de estos fármacos.
Por otro lado, durante el embarazo la mujer depresiva es más vulnerable y produce mayor cantidad de cortisol, una sustancia que madura la placenta y causa nacimientos prematuros.
Precaución para su usoLos resultados de la medicación con antidepresivos no siempre se presentan con la rapidez que el afectado desea.
Si bien la acción neuronal de los medicamentos ocurre desde la primera dosis, “químicamente tienen que pasar otras cosas en el cerebro para que los síntomas comiencen a mejorar”, dice el psiquiatra Pedro Paredes Vallejo.
En el mercado ya existe una medicina que mejora al individuo desde la primera toma; sin embargo, el galeno recuerda que sólo el psiquiatra puede determinar Los antidepresivos no crean dependencia física.
qué medicamento específico recetar a cada paciente. Aclara que los antidepresivos no crean dependencia física, síndrome de abstinencia ni resistencia, y que combinan “bastante bien” con la mayoría de los fármacos.
Ahora bien, existen medicamentos, como los antihistamínicos y supresores de la tos, que agravan la depresión y no deberían combinarse con antidepresivos. Mientras se toman remedios para la depresión, también debe evitarse el consumo de alcohol.
“En sentido general, son medicamentos seguros... salvan vidas”, asevera Paredes Vallejo, quien señala también que, en algunos casos, la descontinuación del tratamiento con estos fármacos debe hacerse gradualmente; la supresión brusca puede provocar mareos y un estado de confusión.

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